sábado, 5 de febrero de 2011

PLAN B

Miles de ideas en la cabeza. Todas ellas excitantes. Ganas de llevarlas a cabo. Algo lo impide. ¿Cómo proponerlas? Actúa. No pieses. Haz lo que te apetezca. ¿Y si sale mal? No tendrás nada de que arrepentirte, o por lo menos no te preguntaras ¿Que pasaría si...?
 
Actúo. Puede que así consiga reacciones. Si, creo que las he conseguido. Más, tengo ganas de más. ¿Y ahora? Ahora llega la parte más divertida. Cuando te olvidas de todo. Nada ni nadie importa a tu alrededor. ¿Me miran a mi? Si, lo hacen. Se mueren por estar en mi lugar.

¿Y si soy yo la envidiosa? No,  me gusta este momento. Estoy a gusto.
 
Tú. Si, tú. Reacciona. No te cortes, desinhíbete. Me lo paso bien cuando parecemos niños. Dos pequeñajos al mando de una casa de adultos. Saltemos en el sofá. Deshagamos la cama. Desordenemos la habitación. Tiremos la ropa por los suelos. 

Me quitaré los tacones con sutileza. Caminaré de puntillas para que no nos oiga nadie. ¿Y si nos oyen? Mejor, sabrán que estamos disfrutando. Vestido y pantalones marcan el camino que hemos seguido.
Manos apretando muslos. Cuerpos que se funden en uno. Anatomías perfectas. Y puede que arañazos en la espalda. 


Ducha calentita. Desayuno recién hecho. Rayos de sol a través de la ventana.

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