lunes, 28 de marzo de 2011

UN DOMINGO CUALQUIERA

Levantarse a la hora que quieras. Desayunar café y tostadas con mermelada. Fuera preocupaciones, no importa cuantas calorías tenga ese manjar. Una larga ducha para comenzar bien el día. Hago la cama. Acomodo mis cojines. Leo. Disfruto con el olor de la comida asomando por la puerta de la cocina. Me acurruco en el sofá, puede que una siesta ocupe mi tarde. Peli de dibujos. Toma, para tú...PUPETE. Gominolas y palomitas. Y sin darme cuenta, ya es hora de cenar. Ensalda, fresas con yogur. Y a la cama.
Entonces, llegas tú y lo estropeas todo. rectifico, no lo estropeas lo haces más complicado. Lo que parecía ser un día sin preocupaciones ha cambiado por completo en un par de minutos. Y todo esto para decir una frase sin sentido. Una frase que no lleva a ningún lado. Para dejarme intrigada toda la noche. Y cuando puedo hacer que esa intriga desaparezca, vuelves a hacer lo mismo. Y entonces me preocupo. ¿Te has convertido en una obsesión? ¿Esa obsesión que yo quería ser? No lo creo. No lo quiero creer. Tengo a certeza de que no eres mi problema. En realidad nunca lo has sido. Puede que me gusten las cosas complicadas. 

Se estropea el wifi. Intento reanimarlo. Dejo a N. sin mi compañía, y sin aviso previo. Me acuesto. Y duermo tranquila.

domingo, 27 de marzo de 2011

SMILE

Sonríe. Invéntate algo que te lo recuerde todas las mañanas. Si está en un post- it, tiene que ser importante.





Y eso fue lo que A. hizo.

jueves, 24 de marzo de 2011

RELACIONES DE CODEPENDENCIA

Reflexionando, A. se da cuenta de que tiene mono. Está enganchada a  una droga especial, I.C. Parace uno de esos nuevos cócteles hechos de un montón de productos químicos. Realmente adictivo. No es consciente de ello, o no quiere serlo. Se ha convertido en necesidad. Pero no es una necesidad cualquiera. Aparece y desaparece al azar, y cuando les viene en gana.  Solo necesitan esa inyección a veces. Los días están señalados en el calendario. El gran círculo rojo indica que tienen que buscar una excusa para saciar su sed. . Sus ganas de volver a probarse. Y luego, nada de lo que había imaginado sucedía.

Leche y colacao. Fresas y nata. Whisky, vaso corto y hielo. Un domingo no sería lo mismo sin comida familiar. Y unas vacaciones tampoco lo serían sin sol. Sábado y botellón. Mar y arena. La nieve y el sol frío del invierno. Fumador, tabaco. Un reloj y su TIC TAC. La taza se cae, mil pedazos por el suelo.


lunes, 21 de marzo de 2011

TORTELLINI Y SALSA VENUS


Tras mil llamadas de teléfono me dices que te vas. Que te vas a 600km de distancia. ¿Y ahora, qué? Esperar a que vuelvas para darte el abrazo más grande del mundo.

domingo, 20 de marzo de 2011

27

Cuento los días que faltan para volver a ese pequeño trocito de tierra. Visto desde arriba sería verde, visto por mi es de color azul. Me encanta evadirme en ese pequeño paraíso gobernado por su microclima. Me encanta que llueva cuando a dos pasos hace sol. Y que haga sol cuando el resto del mundo luce bufanda y gorrito de lana. Ya es costumbre pasearme por allí durante los fríos días de invierno y los calurosos de verano. Y sin pensarlo dos veces me escaparía cuando el estrés de la gran ciudad se apoderase de mi. Adoro ese pequeño escondrijo donde desaparecen todos mis problemas, aunque a veces aparezcan otros nuevos.
La niña oculta tras una adolescente no duda en mostrarse como tal en la tierra prometida. Sabe que allí tiene una cómplice. Peleas de harina. Experimentos culinarios. Interminables sesiones fotográficas. Paseos en coche a ninguna parte. Reflexiones matutinas.  Confesiones nocturnas. Música motivadora. Carreras por calles empedradas, eso es lo que les espera cuando termine la cuenta atrás.

Testigo de enfados y reconciliaciones. De historias inolvidables. De momentos que ya se han olvidado. De sucesos únicos. De cuentos de princesas con final feliz. De reuniones familiares. De risas, de lloros, de besos, de abrazos, de gritos, de reproches, de conciertos a altas horas de la madrugada.

Visitar ese paraíso ya no es un deseo. Se ha convertido en una necesidad, porque A. allí se siente bien. Desde allí se hacen escapadas a otras partes. Y el tiempo parece pararse. También corre muy rápido, más que en cualquier otro sitio. Ahora esa necesidad ocupa su mente, casi no hay sitio para otros pensamientos. Aunque solo sea por esta vez, QUE EL TIEMPO VUELE.



jueves, 17 de marzo de 2011

DULCE OSO AMOROSO

Era un sábado aparentemente normal. Cuatro chicas se juntan para pasar una buena noche. Música, pizza, ensalada de atún y 'mocho'. Un contrato con las condiciones necesarias para que sea una reunión inolvidable. A. conoce a dos de ellas muy bien. Una es su mejor amiga. Con otra se ha enfadado, se ha peleado y se ha reconciliado. A la tercera, a ella se la han presentado no hace mucho. Han hablado estos útimos días, pero ahora no saben que decirse.  Cenan y charlan sobre chicos. Se peinan y maquillan mientras beben. El alcohol empieza a fluir por su venas. Empieza la noche. No se separan ni un minuto,. Se ría, se lo pasan bien. Corren bajo la lluvia de pub en pub. Esconden botellas  en contenedores. Negocian con porteros. Cruzan pasos de peatones con el semáforo en rojo. Y A. se da cuenta de una cosa. No importa cuanto hace que conozcas a alguien, ni tampoco las experiencias que hayas vivido con ella. Si en una noche te hace sentir genial, todo va bien. Si algún día hubo diferencias con L., se han olvidado. Y si antes no ha habido tiempo para conocer a N., ahora lo hay. De mi mejor amiga, ya no hace falta que hable. Un montón de nuevos recuerdos que no se perderán en el olvido.

A pesar de la genialidad de quella borrachera, hay algo que no dejó dormir  a A. aquella noche. Una pesadilla que últimamente se repite. Algo relacionado con la amistad, algo que la hace reflaxionar esto últimos días. Puede que no sea justa con su amiga, ni tampoco objetiva. Puede que el comportamiento de ninguna de las dos sea el correcto. Pero ve las fotos de momentos que también había calificado como inolvidables e inevitablemente las lagrimas se deslizan por sus mejillas. Siente que la han abandonado. Ha llegado alguien nuevo; alguien que le dice a sus amiga lo que quiere oir, que actúa y piensa como ella. Ahí está el problema y parece no querer verlo. Desde ese momento los argumentos de A. han dejado de tener validez para empezar a dar credibilidad a los de esta nueva desconocida. Eso no le gusta, la pone más triste. Y cuando intenta decirselo lo único que obtiene es una discusión. Estos días ni abrazar con fuerza a su peluche le deja disfrutar del sueño. 


lunes, 14 de marzo de 2011

CAPÍTULO III

"Necesito sentirme deseada por el sexo masculino"

Empezó siendo una frase de domingo de resaca, puede que de conversación de media tarde con N. y L. Pasó a ocupar un hueco en tweets y estados de diferentes redes sociales. Se convirtió en reflexión.

No quiero gustar. Que alguien piense en mi como el lio de una noche. Que me miren por la calle. Que digan que soy guapa, o que mi culo y mis pechos no tienen precio. Tampoco quiero ser la imagen perfecta para una masturbación. La comidilla de un grupo de amiguetes. No quiero que mi vida esté llena de relaciones que no llevan a ningun lado, que sean simples formas de pasar el tiempo. Ni que mis amigas me olviden, me remplacen por la primera que piense como ellas; o por  un chico que les dice lo que quieren oir. Yo lo que quiero es otra cosa.

Quiero sentirme deseada. Sentirme deseada por el sexo masculino. Quiero ser la obsesión de un hombre, su necesidad. Que la atracción que pueda producirle no desaparezca en un par de meses. Que no piense en mi como una novia de relación de quinceañeros, ni tampoco que lo que vea en mi sea rutina. Tienen que ser sentimientos más complejos, de libro de V.C. Andrews. Que haga todo lo posible para llamar mi atención, siempre de forma sutil. Dormirme todas las noches escchando cuentos que no sean de princesas. Quiero ser la protagonista de sus sueños. Que nos envenenemos el uno al otro. Que no todo sea bonito, que también haya lágrimas.Que me ayude cuando las cosas sean difíciles, y que las complique cuando vayan sobre ruedas. Que se le ponga la piel de gallina cuando me escuche. Que se excite cuando me vea. Quiero ser como una droga, adictiva.


martes, 8 de marzo de 2011

REFLEXIONES MATUTINAS

Cuando hablo contigo soy una adolescente inmadura, y no sé disimularlo. Imagino cosas imposibles, improbables, sin sentido mientras tú me sigues la corriente. Me pones nerviosa cuando estás lejos, y tiemblo si estás muy cerca.  Sueño con escuchar tu respiración a menos de un centímetro de mi. Intento hacerme la dura, pero al final algo me lleva a empezar miles de conversaciones contigo. Luego pienso en las pocas que empiezas tú, lo que deriba en un: Soy una pesada. la mínima muestra de interés dibuja una sonrisa en mi cara. He de admitir que a veces me asusto con las cosas que me dices, no sé si son en serio o no. Justifico todo lo que haces, incluso creo que tienes tus motivos. Me pregunto si me estás tomando el pelo. Si solo quieres pasar el rato conmigo. Si me ves como una niña pequeña a quien recurrir en un momento de aburrimiento. Y como soy incapaz de guardarme todas estas cosas, las comento con quienes creo que me pueden entender. Entonces, opiniones enfrentadas. Hablar contigo solo si tengo la certeza de que voy a verte. Evitar todo tipo de tentaciones. Tonterías producto de mi imaginación. Etapas de silencio. Y cuando se acerca el posible encuentro hago lo que nadie espera.