domingo, 15 de mayo de 2011

BLA BLA BLA

Todos los días me levanto con una sonrisa. Normalmente dura hasta que abro la persiana. Un día gris, y el gesto de mi cara se transforma. Entonces es como si el mundo se me viniese encima. Empiezo a sentirme incomprendida, me desespero, no me gusta lo que hago y deseo coger el bus de vuelta a casa. Necesito escaparme de aquí. Evadirme en mi propio mundo me vendrá bien.

Parece que las cosas mejoran, ahora en vez de gris es rosa palo. Mis pingüinos han venido a socorrerme, bailan y eso me hace sentir bien.  Las voces del exterior, las voces del exterior no son voces. Son ruidos trascriptibles por: BLA, BLA, BLA. Pero ajena a tantas conversaciones, sin entender nada, empiezo a volverme loca. Mi segundo de feliz ha terminado. Vuelven las preocupaciones, los miedos, las inseguridades. Malestar general, eso es lo que siento. UN médico diría que es un virus, yo creo que es incertidumbre. No saber lo que va a pasar con ciertos aspectos de mi vida me convierte en hipocondríaca.

Y si amanece soleado, puede que con suerte parezca estar alegre durante 12h seguidas.  Pero no mucho más, cuando la luna se haga dueña de la noche volveré a desmoronarme. Y es que tengo este don, y creo que no voy a cambiar nunca.


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